En el post “¿Formas parte de un equipo ganador?” te hablé sobre los 8 elementos fundamentales para que en tu equipo se respire buen ambiente y, al mismo tiempo, se consigan los resultados de una manera eficaz. Hoy voy a explicarte uno de estos elementos: Cómo seleccionar un equipo adecuado.
En la fase de creación de cualquier equipo es de vital importancia: Elegir a las personas más aptas y complementarias entre sí.
El fracaso de muchos de los equipos con los que trabajo se debe a una mala elección de sus miembros. ¿Quién no ha sufrido equipos con personas que están ahí por su cargo (y no por ser las más aptas y complementarias)? ¿O porque “les motiva mucho el proyecto” (y nadie se atreve a decirles que “sólo con ilusión no salen las cosas”)?
Por ello es importante que, a la hora de seleccionar a tu equipo de trabajo, tengas en cuenta estos dos requisitos:
1.- Los miembros tengan los conocimientos y habilidades básicas
Es necesario que los miembros que elijas sepan y tengan experiencia sobre aquello que deben ejecutar, al menos, sobre lo imprescindible (para ello, previamente deberás haber identificado los conocimientos y habilidades más críticos).
Por otra parte, también es importante que los integrantes tengan competencias para el trabajo en equipo: Sepan dar y recibir feedback (es la base para generar confianza y aprendizaje en los equipos), dominen algunas de las técnicas para la toma de decisiones, así como sepan hacer reuniones eficaces.
Lo más habitual es que no todos los miembros cuenten con estas habilidades de equipo, pero al menos alguno de ellos (en especial, tú como líder) debéis dominarlas.
Pero, ¿cómo puedes saber si un miembro es apto para tu equipo? Simplemente, reúnete con él, explícale el proyecto, y escucha atentamente qué puede aportar al equipo de trabajo (contrasta conocimientos, experiencias similares etc).
2.- Los miembros sean diferentes y complementarios entre ellos
El éxito de un equipo tiene lugar cuando sus miembros contribuyen de manera diferente y al mismo tiempo son capaces de apreciar las contribuciones de los demás.
A esta conclusión es a la que llegaron M. Belbin y su equipo, tras una larga investigación en el Henley Management College.
La teoría de Belbin identificó 9 maneras diferentes de contribuir en el equipo (o 9 roles), y comprobó que sólo cuándo todos los roles están presentes, el equipo puede tener éxito. En caso contrario, el equipo siempre se estanca en un punto determinado.
Por ello, a la hora de crear tu equipo selecciona personas heterogéneas y evita el muy habitual error de seleccionar personas “hechas a tu imagen y semejanza” (suelen ser con las que mejor conectas, pero no siempre las que el equipo necesita más).
Para comprobar cuáles son los roles o contribuciones principales de una persona, fíjate en su tendencia habitual a la hora de trabajar: ¿Cómo suele contribuir? Para poder identificar los roles, te invito a leer mi siguiente artículo.
Deja tu comentario